El arte de la fuga por Forkel
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Una obra admirable, única en su especie, no apareció hasta después
de la muerte de Bach , en 1752, pero fué en su mayor parte brabada
durante su vida por uno de sus hijos. Marpurg, la más alta autoridad de
entonces entre los escritores musicales de Alemania, acompañó esta
edición con un prefacio que contiene muchas observaciones convenientes y
justas sobre el valor y utilidad de obras de esta especie . Pero este
Arte de la Fuga de Bach era sin embargo demasiado elevado para el vulgo;
se vió obligado a refugiarse en el pequeño mundo habitado por pocos
entendidos. Este pequeño mundo fué muy pronto provisto de copias; las
planchas de cobre quedaron sin usar y fueron finalmente vendidas por sus
herederos como cobre viejo. Si una obra de esta naturaleza , de un
hombre de reputación tan extraordinaria como era la de Bach y
recomendada además como algo extraordinario por un escritor que en esa
materia gozaba de crédito general, hubiera aparecido fuera de Alemania,
tal vez se hubieran agotado diez ediciones de lujo, aunque tan sólo
fuera por patriotismo. En Alemania no fueron vendidas de tal obra ni
siquiera el número de copias suficiente como para pagar con ello las
planchas de cobre necesarias.
La obra consiste en realidad en variaciones en gran escala, pues la
intención del autor era demostrar claramente cuánto es posible hacer con
un tema de fuga.
Las variaciones que son todo fugas completas sobre un mismo tema,
son llamadas aquí contrapuntos. La penúltima fuga tiene tres temas; en
el tercero el compositor revela su nombre por
b a c h (Si bemol, La, Do, Si) . Esta fuga sin embargo fué
interrumpida por la enfermedad de la vista del autor y como la operación
no dió resultado, no fué terminada. Parece haber sido su intención
tomar cuatro temas para la última fuga, invertirlos en las cuatro partes
y cerrar así su gran obra. Todas las distintas especies de fugas
incluídas en esta obra sobre un tema único tienen en común, sea dicho de
paso, el mérito de que todas las partes son de un carácter cantable, y
ninguna menos que la otra.
En reemplazo a lo que falta en la última fuga ha sido agregado al
final de la obra, el coral a cuatro voces Cuando estamos en el mayor
peligro:le realizaron a Bach dos operaciones de ojos sin éxito y que,
sin embargo, minaron su constitución. Cuando parecía recuperarse, sufrió
un ataque de apoplejía y, sin tiempo siquiera para redactar su
testamento, murió el 28 de julio de 1750 Bach lo dictó pocos días antes
de su muerte a su yerno Altnikol. No he de decir nada del arte
desplegado en este coral; era este arte tan familiar para el autor que
podía ejercerlo aún en su enfermedad. Pero la expresión de piadosa
resignación y devoción contenidas en él me ha emocionado siempre que lo
he tocado; tanto que dificilmente podría decir a cúal hecharía de menos;
si a este coral o al final de la última fuga.